Y a ratos se esboza una sonrisa, pero se va tan rápido como puede. Corre espantada de tan malos recuerdos, recuerdos que no me pertenecen, que enfrían mi cuerpo, lo estremecen, que lo acechan. Luego empieza como la lluvia...de a poco, una lagrima, otra lagrima....un llanto eterno, convertido en un mar a mis pies. Y mi mente la llama, quiere que vuelva un segundo...sentir dicho regocijo una vez más.
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