En fin, es cierto. No hay momento más inspirador que aquel que te desgarra el corazón, que hace aparecer hinchadas tus venas de sangre y tu cabeza comienza a girar de un lado a otro buscando calmar en movimientos fallidos lo que poco a poco sube a ella en miles de palabras que no necesitan estar ni ser. Por qué ahora cuando todo (o 90 por ciento) debiese ser tal como un cotton candy. Y me surgen interrogantes: ¿Será lo correcto?¿Por cuánto tiempo?. No puedo evitar comparar mi situación y quizá es por ello que siento esa tristeza dolorosa que no me deja pisar bien en la tierra y me lleva a otro lugar mientras mi cuerpo sigue aquí. Pero algún día sin que yo lo decida las cosas se aclararán por sí solas...
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