Miras el reloj y te preguntas cuánto, cuánto tiempo más? cuánto tiempo más para dejar todo atrás y que lleguen tus ansiados momentos. Quizás nunca o quizás siempre estuvieron ahí y no supiste aprovecharlos. Tal parece que se debe andar con lupa y anteojos por la vida para distinguir cada cosita que se te pone en frente y mirarla con tanto detalle que no puedas confundir entre esto y aquello.
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